miércoles, junio 06, 2007

un cuento triste

Hace mucho alguien me contó esta historia, cuento o como querais llamarlo. Sé que cuando lo leais no sentireis lo que yo senti cuando ella me lo contó, porque yo narro bastante mal y no me acuerdo de cada palabra o detalle utilizado en aquel momento para describir aquella triste realidad. Empieza así...
Érase una vez que se era... (no empezaba así pero como muchos de los cuentos sí y como me da la gana pues hoy empieza así). En un lugar de madrid... Iba yo paseando, como muchas otras veces dejandome llevar, y nunca mejor dicho porque no tenía destino, simplemente iba andando y calle que me gustara pues a la que me metia y así sin saber con tanta vuelta donde acabaría.
Pues bien al final llegué a la Plaza Mayor, es un lugar que me encantaba aunque desde aquel día cambió esa percepción para mí.
en esa plaza siempre haymucha gente, llendo y viniendo y me gusta sentarme y observarlos. Mi madre siempre decía que los mejores diseñadores eran aquellos que se sentaban y miraban pasar a la gente con sus ropas y así aprendian lo que les gustaba, lo que no, lo que sienta bien, lo que no, etc,etc, etc. Y desde que me dijo eso me quedo mirando a la gente, no porque quiera ser diseñadora ni nada por el estilo, simplemente lo hice una vez y ahora es algo que me encanta, casi tanto como leer tumbada en el cesped de un parque o en un banco a la sombra. Bueno me estoy rayando,como decís vosotros, asique voy al grano.
Aquel día hacía una brisa maravillosa, de esas que cuando te rozan las mejillas y cierras los ojos casi puedes ver el mar. Me senté y comencé a mirar y a mirar y así un rato, hasta qeu algo me sorprendió. M elevante y fui directa. Siempre fui muy impulsiva a la vez que cotilla. Él estaba allí, solo, mirando su lienzo, con la pintura calléndosele al suelo y sin nadie a su alrededor. Mire esa tabla donde ponen la pintura y los colores eran negro, verde oscuro, azul muy oscuro, gris, y un poco de blanco. Me pregunté qué pasaría para que un hombre mirara tan fijamente un lienzo blanco que no ha sido pintado y solo ponga esos colores para pintarlo.
Me quedé mirando a cierta distancia, y nada, no hacía nada!Me sorprendió mucho. Miré sus cuadros expuestos y todos eran tan tristes, incluso el retrato de una niña, y no me creo que esa niña con esos ojitos tan lindos pudiera ser o estar tan triste como ahí se reflejaba.
Vi una silla al lado de sus cuadros asique me senté y le dije que si me retrataba. Él un poco borde me miró y dijo "NO". Se giró y siguió a lo suyo. "¿Por qué no?". "¿Por qué yo?" respondió él. "¿Por qué no? ¿Acaso no tiene pincel, pinturas y lienzos, y lo más importante, talento, como los demás pintores de la plaza?". Seguía insistiendo sin saber porqué lo hacía. "Sí lo tengo, pero no puedo retratarte, ya es demasiado tarde. "
En ese momento tuve dos pensamientos, o está loco o le pasa algo. ¿Tarde?, ¿para qué es tarde? me preguntaba asique se lo dije. Su respuesta es que ya no le quedaba nada, tan solo unos pocos lienzos y algo de pintura. "Mis manos no tienen la fuerza, ni mi espíritu la ilusión de pintar y se ennegreció hace mucho, mis ojos perdieron la capacidad de ver belleza en lo que me rodea. Lo siento no puedo hacerlo."
"¿Y si te doy mucho dinero?". Menuda estupidez pregunté. ¿Cómo tuve el valor de preguntarle eso a un artista? Aún no me lo explico. Entonces el lo rechazó y dijo que ni por un palacio podría volver a pintar algo hermoso.
Asi que lloró y yo no sabía como salir de aquella situación, pero él lo arregló fácilmente y lo hizo de esta forma... "Hace mucho mucho tiempo, yo era un gran pintor, tenía la capacidad de sacar en mi lenzola belleza de todo lo que veo, aunque a veces la gente no pudiera verlo.
Esta plaza antes era muy hermosa, cada día miles y miles de personas se acercaban y miraban mis cuadros, los compraban y yo les retrataba. Todos salia contentos y yo tenía mucho prestigio. Tenía buenos amigos, a pesar de ser la competencia y de ganar el triple que ellos, los demás pintores de la plaza eran mis amigos. Ellos me miraban cuando pintaba para aprender y también porque les gustaba, y muchas tardes nos juntábamos todos en donde ahora estamos y pintábamos todos juntos. Era la hora donde más gente se acercaba a vernos pintar.
Yo era tremendamente feliz, ya que había gente que venía cada día a verme pintar, porque era respetado y valorado como me merecía y la vida me sonreia. Pero poco a poco todo cambió.
Esa gente que me era fiel, de la cual ya era amigo, me sabía sus nombres, nos tomabamos aperitivos aquí en la plaza y más cosas. Pues todos ellos poco a poco dejaron de venir. Supongo que tanta maestría les desvordó, al igual que a mis compañeros pintores la envídia."
Yo me mantenía callada, y mira que eso era raro, éntonces me di cuenta de porque seguía ahí sentada y sin decir nada, sabía que debía dejarle hablar porque él tenía que enseñarme mucho y supongo que yo a él también. Asi continuaba su historia... "Ellos dejaron de venir a pintar conmigo e incluso a la plaza, dejaron de llamarme para el aperitivo y todo lo que haciamos juntos. Alguna ez se pasaban y miraban de reojo, ellos creen que no lo sé, me miraban pero yo hacía como si no me importara, como si nos los viera, estaba muy enfadado.
Ya no era tan feliz y mis cuadros cada vez eran menos bonitos y alegres pasaron a ser tristes y sin vida. Mis ojos perdieron la capacidad de ver la belleza en todo y desde entonces soy desgraciado, muy desgraciado."
"Pero, no entiendo por qué dijiste antes que ya era tarde". Ya estaba cansada de callar y pasé a la acción. Al lado de aquel hombre, yo la mujer risueña dejé de serlo para encontrarme sumamente triste.
"Porque ya no volveré a pintar bien nunca más. Me he vuelto viejo." "Sí la edad no perdona, es lo que tiene" Ahora me doy cuenta de lo bocazas y estúpida que antes era, como puedes ver nunca es tarde para cambiar a mejor. Para arreglar aquello le pregunté si no quedaba nadie de aquella gente que le quería y apreciaba antes. "Sí, solo uno. Él es mi joya, mi mayor tesoro y alegría. Me hace la vida más fácil y si está él nada importa. Cuando él viene pinto algo bello pero cuando no está... las sombras y el negro son el fondo de mis cuadros. Él da la luz a mi gran oscuridad". "Entiendo. Si necesita que alguien le mire tyo lo haré y así le saldrá mejor mi retarto." " Eres demasiado joven y no lo entiendes. No necesito espectadores, necesito a mi gente, sin ellos estoy perdido"
Entonces lo comprendí. Cuando se quiere y se confía en alguien y luego se van dejan un gran vacio, que aunque lleguen otros nunca llenarán. "Nunca es demasiado tarde". Me miró y sonrió. "Debes ir a por ellos y preguntarles qué pasó, por qué se fueron y te dejaron. Debes ir, si no lo haces ese vacío nunca se llenará." ¿Pero y si ellos están enfadados conmigo?" "No lo creo, aunqeu al mostrarles indiferencia cuando aparecian quizás creyeron que a usted no le importaban ellos. ¿Alguna vez les dijiste lo que valían o te importaban?". "No, nunca se lo dije y no sé por qué, seguro que se fueron por ello, era demasiado joven, demasiado egocéntrico y sabía que era el mejor y simpre lo dejaba ver. Fui un estúpido y egoista, y no hay día que no me arrepienta de ello". "Entonces vaya y dígaselo, seguro que ellos le esperan, pero por favor antes pínteme."
Se quedó pensando y se levantó al poco. "Tienes razón. Muchas gracias, jovencita. Me voy". Recogió y se fue con la promesa de pintarme otro día. Yo enfadada por haberme quedado sin mi retrato volví a mi casa por el camino más rápido, no tenía ganas de dar vueltas tontas ni de hacer nada. Yo creía que se había inventado la historia para no pintarme el muy... Asi que con mi tozudez volví al cabo de una semana con la intención de volver con mi retrato y así hice. Volví con mi retrato, el cual miraba todo el rato ya que era precioso y me sentia como una princesa guapísima y también con una lección aprendida. El pintor volvió a ser como antes y cada vez que pasaba quería creer que yo había contribuido un poco a ese cambio y poco a poco hice amistad con él, el cual me enseñó algo de pintura y de paso algo de la vida.
Y colorín colorado...
Sé que no es un cuento o historia bonita ni graciosa ni siquiera interesante, pero forma parte de mi y quería darlo a conocer, fue importante para mi. Quizá a alguien le pueda servir. Sé que no lo hago bien, pero no nací para escribir como todos sabeis.
Espero qeu si alguien lo lee que le guste y si no hay suerte pues otra vez será.
bsitos a todos. No quiero más cuentos tristes.

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