martes, abril 03, 2007

cenas con lambrusco


recuerdo la primera cena en aquel italiano, menos mal que no dormia en casa sino me da algo.


de repente pides un lambrusco y dios mio el vino empieza a gustarme, esa textura increible, ese sabor y ese olor hacen de las suyas ... y claro una que no suele beber... , pero fue una gran noche de chocolate y agua.


y ahora cada cierto tiempo vuelves a pedirlo ya que sabes que me encanta pero siempre pasa lo mismo, me pongo muy graciosa y digo cosas que no deberia decir, o me pongo a llorar cuando alguien me dice algo bonito...


pero sin embargo quiero más lambrusco, siempre quiero más.


yo no soy como el resto, claramente no soy normal y no pido mucho. no soy de las que se preocupen por las fechas aunque las guarde en su cabeza, ni pido que los demás lo hagan. soy de las que le bastan ciertos detalles, como el lambrusco, para recordar, no necesito ni anillos, ni nada semejante. solo el lambrusco y los momentos del día a día.

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